domingo, 10 de octubre de 2010

GUATEMALA 1956 UN AÑO DESPUES DE LA MASACRE








* Por: Miguel A. Jaimes N.
Fecha de publicación: 08/10/10 *

En un lujoso hotel de la capital guatemalteca el inefable Richard Nixon cena
junto al dictador Castillo Armas, un sangriento coronel que ha perseguido,
exterminado y encarcelado a quien considere peligroso izquierdista.

En el festín a Nixon le bordea su pecho la máxima orden guatemalteca,
a un lado una veintena de agentes de seguridad custodian la mesa redonda
donde el conde presidente de los Estados Unidos come sin mirar a nadie,
mientras el dictador mira a todo el mundo en cada bocado y desea que el
mandatario más poderoso del mundo gire sus ojos para verlo.

Nixon ve a Guatemala como la tierra ocupada, "esto sí es el
imperialismo", bromea al terminar el postre, también traído en neveras
portátiles desde la Casa Banca.

Mas de quinientos treinta sindicatos, más los de la United Fruit,
todos han sido prohibidos y sus hombres perseguidos, torturados,
encarcelados y asesinados, mientras otros huyen en cuidado, toda la región
está minada de dictaduras.

Con el Código Penal han hecho lo que se les plazca, incluso en sus
artículos se establece la condena a muerte. Todos aquellos que osen
participar, organizar y mostrarse ante el país en huelgas, serán asesinados.

Los partidos políticos están ilegalizados, para ellos no existe ley,
están prohibidos. Los militares arrojan a grandes hogueras libros soviéticos
y cualquiera literatura que les parezca insubordinada, incluso hasta
clásicos y las grandes historias de la patria, incluyendo sus libertadores.

Ahora florece "El Reino de la Banana" y la Reforma Agraria
estadounidense. El vicepresidente de los Estados Unidos, felicita
abiertamente al dictador Castillo Armas. Nixon que era un vulgar al hablar,
abierta y cínicamente expresa en sus montadas alegrías su gran satisfacción
por haber derrocados a un gobierno izquierdista, comunista, pro soviético,
abiertamente marxista leninista, enemigos de su patria, la cual manejo al
mejor de sus antojos.

Para ellos Guatemala es libre de cualquier amenaza interna y externa.
Mientras el depuesto presidente Jacobo Arbenz se somete a un exilio político
en México, la trasnacional de las frutas tristes, explota a los
trabajadores, financia muerte y tortura a quienes consideren
revolucionarios.

Miguel A. Jaimes N.
@migueljaimes2

Cortesía de Teodoro Guerrero

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