lunes, 25 de octubre de 2010

LA IDENTIDAD DEL VENEZOLANO




El 24/10/10,
Por Luis Britto García

LA IDENTIDAD DEL VENEZOLANO

La personalidad es la suma del temperamento innato y del carácter que la
acción social forja sobre él. No hay rasgos sicológicos innatos que definan
y distingan a grupos humanos. Nuestra identidad es la personalidad básica,
la compleja decantación de rasgos culturales que compartimos como resultado
del devenir histórico.

TEMPERAMENTO

Sin embargo, nuestra identidad es imaginada más como destino que como
aprendizaje. Asumimos como signo de inteligencia una viveza que raramente
pasa de ingenuidad. Nos creemos extrovertidos, aunque las pruebas
sicológicas reflejan equilibrio entre extroversión e introversión. Se
condena nuestra violencia, sin recordar que ha sido más padecida que
ejercida. La alta tasa de alcoholismo, la verbosidad, el papel preponderante
de la madre en la familia tientan a acreditarnos una fijación en la
oralidad, que por no demostrada no pasa de sugerencia.

CARÁCTER

Nuestro carácter resulta de la compleja interacción de necesidades,
creencias, valores, actitudes, motivaciones y conductas. Un régimen social,
económico y político de extrema desigualdad ha determinado carencias graves
en la satisfacción de necesidades básicas. Para nuestras mayorías la difícil
satisfacción de ellas es condicionante fundamental.

CREENCIAS

Creemos en una compleja amalgama de mitos aborígenes, africanos y europeos
en apretado sincretismo. Nuestra religión es terrenal, sociable y festiva;
somos creyentes pero poco practicantes. Damos tanto crédito a la intuición
como a la razón . Veneramos el adelanto técnico al punto de adoptarlo en
forma acrítica. Durante siglos se nos ha querido imbuir una autoimagen
negativa. Y sin embargo nos consideramos uno de los pueblos más felices del
mundo.

VALORES

Se nos acusa de falta de valores, a pesar de nuestra evidente lealtad hacia
los vínculos de la amistad, la familia y los afectos. En un vasto estudio
sobre diversos aspectos de la población venezolana realizado a principios de
los años sesenta del pasado siglo, el Centro de Estudios para el Desarrollo
(CENDES) incluyó un cuestionario para obtener información sobre los elogios
que más preferían diversos grupos de venezolanos (Cendes: Estudio de
Conflicto y consenso). Maritza Montero sintetiza los resultados en el
capítulo sobre "Valores y motivaciones sociales" del Manual de Sicología
Social (119-125). La mayoría de los grupos encuestados prefiere como elogios
ser considerados como persona "muy capaz" o "muy culta". De hecho, 14 grupos
prefieren el primero sobre cualquier otro, y 13 el segundo. La elección de
uno de dichos elogios en primer término casi siempre está acompañada del
otro en segundo lugar (ello pasa en 25 casos). A pesar de que los
encuestados están constituidos por grupos diferentes de personas cuyo peso
en la demografía del país es muy diverso, la concordancia de los resultados
es en nuestro concepto significativa. También es interesante la relativa
unanimidad en torno a los elogios que menos gustan. Literalmente todos los
grupos encuestados califican como el elogio menos deseado el de "nacido para
mandar". En total 21 grupos consideran el "ser persona muy valiosa" como el
segundo entre los calificativos más rechazados, 7 se pronuncian por "ser muy
religioso" y 2 por "ser muy simple". A pesar de las reservas ya señaladas
sobre la diferente composición y representatividad de las muestras, la
coincidencia es de nuevo significativa. La sostenida preferencia por el
elogio "ser persona muy capaz" desautoriza las atribuciones.

José María Cadenas aplicó el test sobre valores de Rokeach a una muestra de
677 jóvenes, y encontró la siguiente jerarquía de valores: Autorrealización,
Amistad sincera, Seguridad familiar, Felicidad, Libertad, Igualdad, Armonía
interior, Respeto por sí mismo, Un mundo en paz, Sabiduría, Amor maduro,
Prosperidad, Reconocimiento social, Una vida llena de emociones, Placer,
Belleza, Seguridad nacional, Salvación. Lo más opuesto a las abyectas
atribuciones de salvajismo, tribalismo y anarquía que nos endilga el racismo
ordinario.

ACTITUDES

Según Hollander, actitudes son estados motivacionales perceptuales sobre lo
que se espera y se desea, que dirigen la acción. La historiografía
positivista de Cañizales ha esgrimido contra nosotros las acusaciones de
"ausencia de jerarquía" e "indisciplina"; la de Mariano Picón Salas, de
"hosca guazábara", la de Ramón J. Velásquez, de "poder arbitrario". Pero
somos raigalmente igualitarios, quizá por herencia indígena y africana. No
creemos en abolengo, jerarquía ni casta. El único rango que respetamos es el
de la destreza personal demostrada.

MOTIVACIONES

Según MClellan, nuestra primera motivación sería el Poder, la segunda la
Pertenencia a Grupos, la tercera la Autorrealización. Lo infiere analizando
el contenido de los medios, no nuestros actos.

CONDUCTAS

Somos tolerantes y no discriminadores, como lo demuestran nuestro mestizaje
y nuestra solidaria hospitalidad hacia inmigrantes y exiliados. Un lavado de
cerebro nos incita demoledoramente al consumo, pero no somos posesivos sino
dadivosos. No somos esclavos del tiempo: ni del pasado ni del futuro. Amamos
lo nuevo. Hemos experimentado los más vertiginosos cambios sin dejar de ser
los mismos. Somos un enigma indescifrable.






Estimado Luis Brito García, permítame hacer ciertas consideraciones a
su escrito:


¨LA IDENTIDAD DEL VENEZOLANO¨ temperamento, carácter,
creencias, valores, actitudes y motivaciones. Pareciera muy sencillo
hacer las interpretaciones, a pesar de sus claras expresiones y en
lenguaje que se deja correr en interpretaciones muy perceptibles y
basadas en estudios investigativos que a juzgar por ciertas
referencias conceptuales. Percibimos como de naturaleza sociológica y
psicológica, además de los culturales, religiosos, étnicos,
económicos,políticos, que pudieren ser objeto de su análisis, por
demás elocuente y de evidenciales rasgos con nuestra verdadera razón
de ser. Aunque consideremos que, compleja es la tarea de profundizar y
retrotraernos a Freud y su Psicoanálisis y Arte, a C.G.JUNG y sus
tipos psicológicos, a J.C. Flugel en Psicoanalis de la Familia, o a
Alfred Adler en el Sentido de la Vida y también a ALEXIS CARREL, este
sabio de la medicina, hombre de ciencia y precursor de diversos
estudios sobre la civilización de comienzos del siglo XX, pero
visionario que aun sus predicciones científicas cobran vigencia,
cuando expresara en su momento: estamos comenzando a darnos cuenta de
la debilidad de nuestra civilización.
Daba cuenta en sus obras de los males que sobre la humanidad,
pesarían por el exagerado desarrollo tecnológico sin medir ni preveer
funestas consecuencias, emplearon la inteligencia hacia otras
direcciones, construcción de armas destructivas,la población fue
siendo obligada a vivir en forma restringida, las máquinas irán
disminuyendo la intensidad del esfuerzo humano, a pesar de la
instrucción, la educación y la intelectualidad, pero las
contradicciones se incrementan, a ciencia cierta no sabemos si la
estatura de una raza determinada establece un estado de progreso, como
se supone hoy día, o una degeneración, se incrementan las enfermedades
degenerativas, aumentan las afeciones mentales y del sistema nervioso,
y todo a pesar de los avances de la ciencia médica, a pesar del
confort,de los placeres de la velocidad, de las comunicaciones; sin
embargo nos provoca huir de nosotros mismos.
Dijo por su parte ADLER: lo singular del individuo, no es posible
englobarlo en una breve fórmula y las reglas generales que
establecieron en la ¨Psicología Individual¨por mi creada¨, no aspiran
a ser sino simples medios auxiliares. Lo que nos indica la complejidad
del estudio humano, por eso CARREL, escribió ¨La Incógnita del Hombre¨
ese ser desconocido, para estudiarlo individualmente o colectivamente.
La Conducta en la Vida de Carrel: se trata de mejorar el estado mental
y orgánico de la humanidad civilizada, es decir desarrollar seres
superiores a todos cuantos han habido hasta ahora en la tierra.
Empresa sumamente necesaria porque nuestra inteligencia no ha
aumentado al mismo tiempo que la complejidad de los problemas a
resolver. Por ello nos encontramos en decadencia. Esta sociedad se ha
ocupado más de los valores materiales. Ha descuidado los problemas
humanos fundamentales, que son a la vez materiales y
espirituales.´Pues la calidad de vida es más importante que la vida
misma.

Aunque pudieran estar fuera del tema central de su escrito, estimado
Luis Brito, las anteriores líneas, sugiero disculpas, si me fui por
otra vía, pero es que asocié, quizá la problemática mundial que aqueja
a nuestra sociedad por la hegemonía de la cultura imperial, que
siempre ha subyugado a los pueblos nuestros, y en esa subyugación nos
ha insuflado la ¨Falsa Conciencia¨, razones suficientes para que
nuestra América y en especial nosotros los venezolanos, más acechados
por las incidencia económicas y las ansias imperiales de aprovecharlas
para sus apetencia de dominio.
Por eso es que nuestra identidad nacional, heredada de nuestro
Libertador, ha ido siendo mellada por salir de la colonia y entrar a
otras formas dominantes, entre esa la cultural, una valor menguado por
efectos de la fuerte penetración de la Industria Cultural en acomodo
con quienes nunca se han identificado con la Patria,en contra de la
herencia de un gigante de la soberania, las libertades, las leyes, la
justicia y la paz.
Los otros valores, están sujetos al principio Sociológico: el hombre o
mejor ser humano, es presa del medio ambiente físico y social donde se
desenvuelva, esto casi no falla, sino es por la voluntad, los deseos
de superación, el poder de la mente para no dejarse arrastrar por las
influencias del medio.
Esto para significar, comportamientos, conductas, creencias, estas
últimas por cierto de mucho peso en la conducta ciudadana, no
olvidemos que dogmas, mitos, sugestiones, debilidades en el pensar,
sentir y actuar, nos tuercen el rumbo y somos devorados por el
oscurantismo y presa fácil de las manipulaciones a que estamos
expuestos muy a pesar de nuestras fortalezas y deseos de superación,
pero hay segmentos proclives a que sus valores se sujeten a extrañas o
foráneas culturas. En la Cuarta República, a mi modo de ver,el peso de
la aculturización y transculturización, sembraron marcadas influencias
en esos elementos que usted muy bien refiere, a pesar que ese no era
el objetivo de su escrito, sino el de transitar por caminos positivos
de optimismo y autoestima, ante tanto apátrida que ni siquiera se
detiene a pensar en el daño que le hace a la República, cuando por
ejemplo clama por una invasión yanqui, o añora el poderio destructivo
del imperio, y achica y minimiza nuestros valores, a nuestros héroes,
como SIMÓN BOLÍVAR genio de nuestra América y universal, todo porque
aquí se desarrolla una revolución fundamentada en su doctrina
universal y vigente. Pues hasta Marx y Engels, tomaron ejemplos de la
Independencia de nuestra América, liderada por Bolívar, quien en 1811,
habló de Revolución criolla o atóctona.
Gracias estimado y admirado Luis
Brito, aportador de instrucción y cátedras abiertas sobre nuestra
historia y otros temas de importancia para el saber colectivo y de
quienes todavia nos seguimos nutriendo de los intelectuales
desprendidos de avaricia y personalismos.
Atte. SAGUETE <saguete@gmail.com>

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