Opinión

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Por Teodoro Guerrero

Plenamente ajustado al análisis haciendo las salvedades pertinentes,
estimado escribidor y constante crítico de lo nacional y lo foráneo,
hemos podido leer algunas denuncias de viajeros a la España
monárquica, donde afirma de los vejámenes en el chequeo de los
aeropuertos, de Italia no he leído ninguno, pero por lo que dices, es
posible que caigan en esas aberraciones herederas de reinados,
colonialismos, imperialismos, como signos de fuerza y discriminación.
Aquí, según nuestras vivencias ya traginadas en el tiempo y los
estudios históricos, se dio cobijo a colonias europeas, cuando fueron
aventados por el constante guerrear en ese continente, pugnando por
expansionismo, poder y riquezas, así provocaron la Segunda Guerra
Mundial, de la que se aprovecharon los Gringos para tenderles el Plan
Marshall y redimirlos a su imperio a cambio de esa ayuda económica
para su reconstrucción.
Las colonias más numerosas: Italiana, Española, de Portugal, y otras
menores, echaron sus raices aquí, donde como usted dice fueron
recibidos con brazos abiertos, por supuesto no son culpables del mal
trato que en España, principalmente están dando a nuestros
compatriotas, muchas veces imbuídos por prejucios de raza,
discriminación política y animadversión contra el Presidente Chávez y
su gobierno, por ser diametralmente opuestos a sus intereses
ultraderechistas de la canalla y verdaderos propulsores del fascismo,
lo están demostrando con sus campañas mal intencionadas una aberrante
desinformación y acusaciones al margen del respeto y el Derecho
Internacional, una evidente injerencia en los asuntos internos de
nuestra Gran Patria Bolivariana, no hay duda que todavía allá en la
España de reinos, existen taras colonialistas, que nos quieren cobrar
nuestra reafirmación independentista.
Con estas líneas comparto y expongo algunos elementos que concuerdan
con su crítica, y es verdad nosotros deberíamos responder con
comunicados fijando posición, cada vez que nos agredan, claro
dirigidos a los responsables de las mismas...

Cortesía de Teodoro Guerrero