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Luego de la especulativa cobertura del ataque a tiros contra la congresista demócrata por Arizona Gabrielle Giffords
y otras 19 personas en Tucson, varios periodistas norteamericanos han empezado a dudar, justificarse, o autocensurarse
antes de usar frases como: "punto de mira", "explosivo", "objetivo", "recarga", "bajo fuego", entre otras.
Estas represiones suceden en medio del debate sobre el papel de los medios de comunicación en la violenta retórica política
y el "libelo de sangre" de la impopular Sarah Palin.
CNN se disculpó en el aire porque uno de sus invitados utilizó la palabra "punto de mira" ("crosshairs"). Byron York en
The Washington Examiner ha notado lo ridículo de este gesto, especialmente cuando la expresión ha sido usada
numerosas veces sin incitar a la violencia.
The Cutline entrevistó a varios periodistas políticos que admitieron haber sido cuestionados por sus editores o simplemente que han empezado a autocensurarse o vigilarse
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