jueves, 20 de enero de 2011

La tragedia de Tucson y la teoría del "chiflado"

Arizona: el M16 abrió fuego



La tragedia de Tucson y la teoría del "chiflado"
Publicado el 11 enero, 2011 por iroelsanchez
Atilio Borón

Como siempre, todo fue obra de un "chiflado"; nada existe en la
sociedad norteamericana que explique estas periódicas matanzas, a
veces de gente común y otra de connotados políticos, o de figuras como
el entrañable John Lennon. La sociedad está bien, lo que pasa es que
siempre hay algún villano que comete algún crimen deleznable. ¿Está
bien una sociedad que produce masivamente adictos a toda suerte de
drogas y estupefacientes? ¿Es saludable una sociedad que vende
mortíferas armas de todo tipo con la misma liberalidad con que se
venden golosinas? ¿Cómo se relaciona la tragedia de Tucson con la
maduración del proceso de fascistización de la sociedad
norteamericana? ¿Qué pasa cuando una sociedad admite que una
propaganda política que dice "envíe un guerrero al Congreso", y lo
presenta exhibiendo un fusil de asalto M16? A continuación, una
tentativa de respuesta.
El criminal atentado contra la Congresista demócrata Gabrielle
Giffords y el puñado de gentes que la rodeaba -que hasta ahora se ha
cobrado la vida de seis personas, incluyendo la de un juez federal,
John M. Roll- pone de manifiesto los alcances del proceso de
fascistización en curso en la sociedad norteamericana. Por supuesto,
la explicación políticamente correcta que tanto la Casa Blanca como
los medios se encargan de difundir rechaza esta interpretación. Lo
sucedido es la obra de un "chiflado", uno más de un venenoso linaje
que ya mató a John F. y Robert Kennedy, Martin Luther King y Malcom X,
para no citar sino a personalidades altamente significativas de la
escena pública estadounidense. No existe la menor intención de
vincular lo ocurrido en Tucson con las tendencias profundas de la
sociedad norteamericana que periódicamente afloran cada vez con más
virulencia e impacto masivo (McCarthy, Reagan, Bush Jr., ahora el Tea
Party) y se cobran nuevas víctimas. Lo mismo ocurrió con los casos
anteriores: para prueba ahí está el siniestro Informe Warren -así
llamado por el nombre del presidente de la Corte Suprema de Estados
Unidos que presidió la comisión investigadora del asesinato de John F.
Kennedy – en donde se sostiene que una sola persona, Lee Harvey
Oswald, fue el responsable del magnicidio y que no hubo conspiración
para perpetrarlo. No es un dato anecdótico recordar que uno de los
integrantes de esa comisión era el ex Director de la CIA, Alan Dulles.
Se le encargó al zorro el cuidado del gallinero.
Gabrielle Giffords, que aún lucha desesperadamente por su vida,
representa una corriente progresista dentro de los demócratas, algo
sumamente peligroso en un estado como Arizona cuya gobernadora, la
racista republicana Jan Brewer, promulgó en mayo del 2010 una ley que
autoriza a la policía a detener y exigir documentos personales que
acrediten su legal condición de residencia a cualquier persona de
sospechosa apariencia, léase "latinos". Giffords se opuso
valientemente a esa iniciativa y no sólo eso: en el Congreso apoyó la
Ley de Reforma del Sistema de Salud y se manifestó a favor de la
reforma migratoria, la investigación con células madres y de las
energías alternativas. Es decir, se constituyó en un blanco perfecto
para la creciente legión de los fascistas norteamericanos. Por eso su
contrincante en las recientes elecciones parlamentarias, Jesse Kelly,
un ex sargento de los marines que mordió el polvo de la derrota en
Irak, aparecía en un afiche de campaña empuñando un rifle de asalto
M16 e invitando a los electores a vaciar su cargador sobre Giffords.
Candidato de la horda de freaks del Tea Party, el nombre de su
contendora había aparecido -como lo recuerda Fidel en su "Reflexión"
de ayer- en un anuncio patrocinado por Sarah Palin como una de las
bancas a conquistar para el movimiento en las elecciones de noviembre
pasado. Su distrito, como otros diecinueve, estaba marcado por una
mirilla de fusil. Esa descarada apología de la violencia no perturbó
el rodaje de las tan alabadas instituciones de la república imperial.
El trágico desenlace de tanta violencia era apenas cuestión de tiempo.
En una repugnante muestra de hipocresía el sitio web de Kelly subió el
día de hoy un anuncio diciendo que el autor intelectual del crimen
elevaba sus rezos por la recuperación de la congresista y las víctimas
fatales del incidente. Otro tanto hizo el presidente Obama, incapaz de
arbitrar algunas medidas más terrenales para poner fin a la crisis que
carcome su país. Con sus rezos no irá demasiado lejos en su empeño. En
El Dieciocho Brumario Marx recordaba que cuando "en el Concilio de
Constanza los puritanos se quejaban de la vida licenciosa de los papas
y gemían acerca de la necesidad de reformar las costumbres, el
cardenal Pierre d'Ailly dijo, con voz tonante: " ¡Cuando sólo el
demonio en persona puede salvar a la Iglesia católica, vosotros pedís
ángeles!" Con sus rezos Obama está invocando el auxilio de los ángeles
cuando lo único que lo puede salvar es el implacable ejercicio del
poder (algo que ciertas filosofías idealistas y religiosas consideran
una emanación demoníaca) en contra de la plutocracia que, con su
complicidad, está destruyendo a los Estados Unidos.
Hay algunas claves que será preciso explorar en detalle para
comprender lo ocurrido. En primer lugar, lo más elemental: un país
embarcado en una desorbitada militarización internacional requiere
cultivar actitudes patrioteras, fanáticas y violentas para sostener
ideológicamente desde adentro sus planes de conquista militar. El
problema es que luego es imposible evitar que esas cualidades se
trasladen al espacio doméstico, lo que imposibilita establecer un
ámbito de debate sereno y racional en la política nacional. Esto lo
advirtió Alexis de Tocqueville hace más de un siglo y medio y es más
cierto hoy que ayer. No fue casual que Kelly haya propuesto vaciar el
cargador de su M 16 sobre Giffords. Alguien tomó nota de ese mensaje y
lo hizo. Segundo: el papel de los medios en Estados Unidos -y en
especial de la cadena Fox- que salvo contadas excepciones
permanentemente alimentan el racismo, el fanatismo, la intolerancia y
la violencia ante la indiferencia de las instituciones que deberían
regular el ejercicio de la libertad de prensa y que no lo hacen so
pretexto de defender la sacrosanta propiedad privada y la libertad de
expresión, aunque ésta sea utilizada para incitar al magnicidio.
Tercero, la crisis económica que, como es sabido, estimula toda clase
de conductas antisociales tendientes a criminalizar e inclusive
satanizar al otro, al diferente. Un país en donde los pobres se
empobrecen cada día más y los sectores medios bajos sienten que se
hunden en la pobreza, mientras contemplan que una minoría se enriquece
escandalosamente, crea un caldo de cultivo inigualable para la
aparición de comportamientos y actitudes aberrantes que, rápidamente,
serán juzgadas como normales. Por ejemplo, vaciar simbólicamente un
cargador de un M 16 en un adversario político. Las consecuencias están
a la vista.
(Tomado del blog del autor)

"Rompa el aislamiento. Vuelva a sentir la satisfacción moral de un
acto de libertad... Haga circular esta información".
Rodolfo Walsh



Vean como se entienden los
adecos copeyanos con el gobieno de Mérida
Juan Veroes (*) - www.aporrea.org
11/01/11 -
http://www.aporrea.org/regionales/a115429.html


cuando hitler se entero


http://www.youtube.com/watch?v=YkitkBL-Zr8



saguete@gmail.com


No hay comentarios:

Publicar un comentario