BBC World, 02/09/10
Uno de los físicos más eminentes del mundo, Stephen Hawking, dice haber
cambiado de parecer con respecto a la creación del Universo y ahora afirma
que Dios no tuvo nada que ver en ello.
En el pasado, Hawking expresó que la idea de un creador divino no era
incompatible con el entendimiento científico del cosmos.
Pero en su libro más reciente, "El gran diseño", sostiene que las nuevas
teorías dejan en claro que el fenómeno conocido como el Big Bang (la
explosión que dio origen al Universo) fue una consecuencia inevitable de
las leyes de la física.
"No es necesario invocar a Dios para encender la mecha y darle inicio al
Universo", concluye el científico.
En su anterior libro de 1988, el popular "Una breve historia del tiempo",
Hawking pareció aceptar la mano de Dios en la creación del cosmos.
"Si pudiéramos descubrir una teoría completa, sería el máximo triunfo de
la razón humana, porque entonces conoceríamos la mente de Dios", escribió
entonces.
Sin embargo, en su última obra, el físico más famoso del Reino Unido
disputa la creencia de Isaac Newton, quien afirmó que el Universo debió
haber sido diseñado por Dios y no pudo haber surgido del caos.
De la nada
Hawking identifica el descubrimiento, en 1992, de un planeta en órbita
alrededor de una estrella diferente a nuestro Sol como la primera grieta
en la teoría divina.
"Eso hace que las coincidencias de nuestras condiciones planetarias -un
único Sol, la combinación de la distancia entre el Sol y la Tierra y la
masa solar- sean mucho menos excepcionales y mucho menos convincentes como
evidencia de que la Tierra fue cuidadosamente diseñada sólo para
satisfacer a los seres humanos", sostiene.
El científico explica que es por la ley de la gravedad que el Universo
puede crearse de la nada.
"La creación espontánea es la razón por la que hay algo en lugar de nada,
el porqué de la existencia del Universo, el porqué de nuestra existencia".
El coautor del libro es el físico estadounidense Leonard Mlodinow y saldrá
a a la venta el 9 de septiembre.
La publicación de "El gran diseño" ocurrirá una semana antes de que el
papa Benedicto XVI visite el Reino Unido.
http://www.nodo50.org/ciencia_popular/
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Los líderes religiosos británicos critican a Hawking
El astrofísico afirma en su último libro que dios no creó el universo,
algo que ha hecho reaccionar a católicos, protestantes,
musulmanes y judíos
Agencia EFE, 03/09/10
Londres.- La respuesta de la comunidad religiosa a las afirmaciones del
astrofísico Stephen Hawking de que dios no creó el universo, no se han
hecho esperar. Desde Reino Unido, tanto católicos, protestantes, judíos y
musulmanes han lanzado críticas al científico.
El arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, en declaraciones al diario
británico The Times, dijo "creer en Dios no consiste en como taponar un
agujero y explicar cómo unas cosas se relacionan con otras en el Universo,
sino que es la creencia de que hay un agente inteligente y vivo de cuya
actividad depende en última instancia todo lo que existe", declaró el
líder anglicano
"La física por sí sola no resolverá la cuestión de por qué existe algo en
lugar de nada", agregó Williams.
El rabino jefe, Jonathan Sacks, señala en un artículo publicado hoy por el
mismo diario que "la ciencia trata de explicar y la religión, de
interpretar. A la Biblia sencillamente no le interesa cómo se creó el
Universo".
"La ciencia desarticula las cosas para ver cómo funcionan. La religión las
junta para ver qué significan. Son dos empresas intelectuales distintas.
Incluso ocupan diferentes hemisferios del cerebro", señala Sacks.
Golpe de gracia
El biólogo y ateo militante Richard Dawkins, autor del libro 'El Espejismo
de Dios', declaró a The Times que "el darwinismo expulsó a Dios de la
biología, pero en la física persistió la incertidumbre. Ahora, sin
embargo, Hawking le ha asestado el golpe de gracia".
Por el contrario, para el astrofísico y teólogo David Wilkinson, "el Dios
en el que creen los cristianos es un Dios íntimamente involucrado en todo
el momento de la historia del universo y no sólo en sus comienzos".
A su vez, el presidente de la Sociedad Internacional de la Ciencia y la
Religión, George Ellis, rechaza el argumento expuesto por Hawking en su
libro en el sentido de que la filosofía no tiene ya sentido al haber sido
suplantada por la ciencia.
"La filosofía no está muerta. Todo punto de vista está imbuido de
filosofía. ¿Por qué la misma ciencia merece la pena? La respuesta es
filosófica y emocional. La ciencia no puede responder a la pregunta sobre
sí misma", explica Ellis.
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"Dios no fue necesario para crear el universo", afirma Stephen Hawking
Por Iñigo Sáenz de Ugarte
Público.es, 02/09/10
Londres.- Stephen Hawking sostiene que el Big Bang fue una consecuencia
inevitable de las leyes de la física sin ninguna intervención de un ente
sobrenatural
Hubo un tiempo en que Stephen Hawking creía que el avance del pensamiento
humano, gracias a la ciencia, permitiría conocer "la mente de Dios". Con
este singular concepto, se refería a entender el origen del universo. Era
una forma de apaciguar a los creyentes en Dios/Alá/Yahvé u otras deidades.
Los caminos de la religión y de la ciencia no tenían por qué discurrir por
planos diferentes.
Hawkins ha seguido pensando y ha llegado a una conclusión diferente. En su
nuevo libro -El gran diseño-, coescrito con el físico norteamericano
Leonard Mlodinow, el científico británico elimina a Dios de la ecuación:
no necesitamos a Dios para entender la creación del universo. El Big Bang
fue una consecuencia inevitable de las leyes de la física.
"Dado que existe una ley como la de la gravedad, el universo pudo crearse
a sí mismo de la nada, como así ocurrió. La creación espontánea es la
razón de que exista algo, en vez de la nada, de que el universo exista, de
que nosotros existamos. No es necesario invocar a Dios para que encienda
la mecha y ponga el universo en funcionamiento", escribe el físico
británico, de 68 años, en el libro del que ayer The Times publicó un
extracto.
Adiós a Newton.
Newton creía que el sistema solar no podía haber surgido del caos por la
simple intervención de las leyes de la naturaleza. El universo sólo podía
haberse originado por la mano de Dios.
Hawking admite que la coincidencia extraordinaria de una serie de
condiciones que permitieron la propagación de la vida en la Tierra sería
ciertamente inaudita si el nuestro fuera el único sistema solar del
universo. Esa explicación, que ha dado tranquilidad de espíritu a tantos
científicos creyentes, quedó desmentida -escribe Hawking- cuando se
descubrió en 1992 el primer planeta extrasolar, que orbitaba en torno a
una estrella que no era el sol. Desde entonces, han aparecido casi 500.
Malas noticias para los seguidores de Newton.
La esclerosis lateral amiotrófica que sufre desde hace años ha paralizado
su cuerpo, pero su mente no deja de funcionar y sorprender. Hawking es un
científico tan provocador que no deja de explorar incluso terrenos que
otros colegas prefieren reservar a las películas de ciencia-ficción.
Hace sólo unas semanas, advirtió de que la raza humana debería colonizar
el espacio en los próximos dos siglos porque de lo contrario desaparecerá.
El crecimiento de la población y la escasez de recursos naturales no
dejarán otra opción. En un documental en abril, llegó a predecir que un
encuentro con una civilización alienígena no sería recomendable: "Si los
extraterrestres nos visitan, el resultado no sería muy diferente a la
llegada de Colón a América. Y ya sabemos que no fue muy bueno para los
nativos americanos".
Hawking no ha abandonado su costumbre de alternar profundas explicaciones
científicas con golpes de humor. En el nuevo libro, que saldrá a la venta
en Reino Unido el día 9 -una semana antes de la visita del Papa al país-,
comenta que el gran objetivo no es saber sólo cómo se comporta el
universo, sino también por qué. Es decir, el enigma de "la vida, el
universo y todo lo demás", como bien saben los lectores de la novela de
Douglas Adams. Sólo que esta vez, "a diferencia de la respuesta de La guía
del autoestopista galáctico, la nuestra no será 42".
Las bromas se acaban cuando Hawking y Mlodinow hacen un repaso del avance
de la física teórica para llegar a la conclusión de que las teorías M son
"la única candidata" para entender al universo en su conjunto y también la
que Einstein esperaba encontrar. Las teorías M son la última aportación de
la física teórica para convertirse en la teoría que unifique las cuatro
fuerzas, o interacciones, fundamentales de la naturaleza (gravitatoria,
electromagnética, nuclear fuerte y nuclear débil).
Teoría de cuerdas
Planteada por el físico Edward Witten, tiene su origen en la teoría de
cuerdas, por la que las partículas materiales no son puntos, sino cuerdas
que vibran a una cierta frecuencia. Ambas teorías no han sido demostradas
aún empíricamente pero son el escenario por el que progresan científicos
como Hawking. A fin de cuentas, su mundo es el de la física teórica, con
especial hincapié en la segunda palabra.
La idea es que no existe un solo universo, sino que hay una multiplicidad
de universos, lo que nos devuelve al célebre debate sobre Dios: "Al igual
que Darwin y Wallace explicaron cómo el aparentemente milagroso diseño de
los seres vivos podía surgir sin intervención de un ser supremo, el
concepto de multiverso puede explicar la evolución de las leyes físicas
sin la necesidad de un creador benevolente".
Eureka, dijo ayer el biólogo y apóstol del ateísmo Richard Dawkins.
"Darwin expulsó a Dios de la biología, pero la física aún no lo tenía
claro. Hawking ha administrado ahora [a Dios] el tiro de gracia".
Otros científicos no están tan convencidos. Saben que más allá de las
universidades y los laboratorios, el debate no se centrará en electrones y
protones, sino en las cuestiones vitales que han inspirado al hombre
durante siglos, y que también hicieron posibles las guerras de religión.
"Mi mayor problema con todo esto -ha dicho George Ellis, presidente de la
Sociedad Internacional de Ciencia y Religión- es que se pide a la gente
que elija: ciencia o religión. Y mucha gente dirá 'vale, elijo la
religión', y entonces la perdedora será la ciencia".
Escépticos
Sin necesidad de que los teólogos entren en escena, hay científicos que no
creen en las teorías M como la solución y aún están esperando algún tipo
de comprobación empírica.
"Mucho ruido y pocas nueces", era el título de un artículo en The Times de
Frank Close, profesor de Física Teórica en la Universidad de Oxford, con
el que valoraba los hallazgos de Hawking: "Si el único objetivo [de Dios]
era crearte a ti, a mí y a Stephen Hawking, ¿no era suficiente con un
único sistema solar? No creo que las teorías M aporten nada al debate
sobre Dios, a favor o en contra".
Si los propios científicos que desarrollan las teorías M no se ponen de
acuerdo sobre si es una teoría o una familia de teorías, es poco probable
que los demás mortales puedan tenerlo más claro. Lo que sí tiene Hawking
es una audiencia. Quizá el gran enigma no tenga que ver con la existencia
de Dios, sino con saber cuántas de las nueve millones de personas que
compraron Breve historia del tiempo se atreverán con su nuevo libro.
Una teoría imposible de demostrar
Los físicos aún tienen problemas para definir las teorías M. De hecho ni
se ponen de acuerdo en qué significado darle a esa letra. Aunque no es la
única que lo pretende, busca englobar a las grandes teorías de la física
moderna (la de la relatividad general, la mecánica cuántica o las diversas
variaciones de la teoría de cuerdas)."Es como un dado en el que cada cara
ayuda a explicar la realidad que se está observando", compara el astrónomo
del Instituto de Astrofísica de Andalucía del CSIC Emilio García. Para
Hawking, la fuerza de esta 'madre de todas las teorías' está en que
explica varias de las grandes preguntas que se viene haciendo el hombre.
En el universo existen un conjunto de fuerzas de la naturaleza y
constantes físicas que parecen especialmente diseñadas para que la vida
exista. "Bastaría cambiar la masa del protón o la constante de la gravedad
para que fuera imposible la vida", explica García, lo que invita a creer
en un gran arquitecto. "Aquí, las teorías M y no sólo ellas, otras teorías
que contemplan la idea de multiverso, 'resuelve' el problema, ya que según
dichas teorías no existe un único universo sino muchos, una infinidad de
ellos, cada uno con sus propias constantes de la naturaleza", añade el
astrónomo.
En cuanto al origen de todo, Hawking sostiene que las teorías M permiten
la formación de universos de manera espontánea de la nada. Con esto
sustituye a Dios.
El problema será probarla. Para García, "las teorías están fuera del
alcance de nuestra experimentación".
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Stephen Hawking descarta que Dios fuera el creador del Universo
El Periódico, 03/09/10
La ciencia moderna no deja lugar a la existencia de un Dios creador. El
científico británico afirma en su nuevo libro que el 'big bang' surgió de
la nada.
¿El Universo tiene necesidad de un creador? No. Así de tajante se
manifiesta el astrofísico británico Stephen Hawking en su nuevo libro de
divulgación, titulado en inglés The Grand Design y que saldrá a la venta
la próxima semana. Entre otras cuestiones, según unos fragmentos que
avanzó ayer el rotativo The Times, Hawking insiste en que Dios no fue el
creador del Universo, sino que este surgió de la nada, y que el big bang
fue una «consecuencia inevitable» de las leyes de la física.
Hawking, de 68 años, renuncia así a opiniones suyas anteriores. En Una
Breve Historia del Tiempo (1988), por ejemplo, sugería que no había
incompatibilidad entre la existencia de un Dios creador y la comprensión
científica del Universo. «Si llegamos a descubrir una teoría completa,
sería el triunfo definitivo de la razón humana porque entonces
conoceríamos la mente de Dios», propuso entonces.
En su nueva obra, escrita al alimón con el físico estadounidense Leonard
Mlodinow, Hawking sostiene que la moderna ciencia no deja lugar a la
existencia de un Dios creador. Rechaza de esta manera la hipótesis de
Isaac Newton según la cual el Universo no pudo haber surgido del caos
gracias solo a las leyes de la naturaleza.
Según Hawking, el primer golpe asestado a esa teoría fue la observación en
1992 de un planeta que giraba en torno a una estrella distinta de nuestro
Sol. «Eso hace que las condiciones planetarias de nuestro sistema -la
combinación ideal de distancia Tierra-Sol y masa solar- sean mucho menos
singulares y no tan determinantes como prueba de que la Tierra fue
cuidadosamente diseñada (por Dios) para solaz de los humanos», escribe.
Además, según Hawking, es probable que no solo existan otros planetas,
sino también otros universos. Si la intención de Dios era crear al hombre,
prosigue, «esos otros universos serían perfectamente redundantes». El
profesor tampoco excluye la posibilidad de que haya vida en otros
universos.
Teoría unificada
Hawking dice que la física está cerca de elaborar una teoría del todo, un
marco único capaz de explicar las propiedades de la naturaleza. Eso es
algo, recuerda The Times, que buscan los físicos desde Einstein, aunque
hasta ahora ha sido imposible reconciliar la teoría cuántica, que da
cuenta del mundo subatómico, con la de la gravedad, que explica la
interacción de los objetos a escala cósmica. La llamada teoría-M, que
unifica las distintas teorías de las supercuerdas, logrará ese objetivo,
concluye Hawking.
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Cuando el cerebro humano necesitó inventarse a Dios
Recientes experimentos de neurociencia
intentan explicar la fe
Por Miguel Ángel Criado
Público.es, 03/09/10
Los últimos avances en neurociencia atribuyen a una combinación de
sustancia químicas y necesidades fisiológicas la aparición de religión y
la idea de Dios.
El ser humano, a pesar de del proceso cultural, es presa fácil del miedo y
la incertidumbre que le atenazaban hace miles de años. Los pequeños
problemas de la vida diaria y las grandes preguntas provocan estrés
neuronal, induciendo hasta cien cambios diferentes en el cerebro. Para
balancear la carga, surgió la religión.
Como recogen el antropólogo Lionel Tiger y el neurólogo Michael McGuire en
el libro God's brain (El cerebro de Dios), publicado en Estados Unidos la
pasada primavera, la religión tiene un efecto balsámico sobre el cerebro.
Mediante la recopilación de decenas de investigaciones científicas
apoyadas en las modernas técnicas de neuroimagen (resonancia magnética,
tomografía o magnetoencefalografía, los autores cogen fuerza para explicar
la función de la religión. Según explican, la experiencia religiosa libera
neurotransmisores como la serotonina la dopamina y hormonas como la
oxitocina, que dan paz al cerebro, restaurando su equilibrio.
En una serie de experimentos realizados con monos por McGuire, los
científicos pudieron establecer una relación directa entre el estatus
social de cada individuo dentro del clan y el nivel de serotonina, un
neurotransmisor que funciona a modo de recompensa para un cerebro
estresado.
'Fitness' cerebral
En humanos, los más recientes trabajos de neurociencia y religión muestran
cómo la fe en Dios reduce los síntomas de la depresión y favorece el
autocontrol, mientras que la meditación mejora algunas capacidades
mentales.
Los autores reconocen que hay otras formas de conseguir reducir el estrés
neuronal, como hacer deporte o una cena agradable. Pero las otras
actividades sociales no tienen los tres elementos que dan utilidad a la
religión: socialización positiva en comunidad, los rituales y una
creencia, generalmente en la otra vida.
http://www.nodo50.org/ciencia_popular/
Cortesía de Teodoro Guerrero
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